Estas albóndigas esconden un secreto: son mitad vegetales, mitad pollo. Más que una sorpresa, el calabacín rallado proporciona la humedad que le puede faltar al pollo molido. Ase más calabacines junto a las albóndigas en la bandeja para hornear, luego cubra todo con queso feta mezclado con jugo de limón. Para un almidón fácil, agregue garbanzos al queso feta, o tueste pan o pita en la rejilla libre del horno.
3 calabacines grandes (alrededor de 1 1/2 libras)
sal kosher y pimienta negra
1 chalote grande, cortado a la mitad
1/2 taza de panko
1 1/2 cucharaditas de comino molido
1 cucharadita de hojuelas de pimiento rojo
1 libra de pollo o pavo molido
2 cucharadas de menta fresca picada, albahaca, perejil o eneldo, y más para servir
1/4 taza de aceite de oliva virgen extra, y más para engrasar y rociar
3 cucharadas de jugo de limón (de 1 limón grande)
4 onzas de queso feta
Keywords: queso feta, pollo molido, jugo de limón, calabacín, verano