Los postres macerados son simplemente frutas empapadas en un jarabe de azúcar con sabor, vino, licor, vinagre o jugo de cítricos, generalmente durante un par de horas o toda la noche. Durante el proceso, la fruta se vuelve un poco más suave, su sabor se infunde con especias, jugos o vino. La fruta se puede complementar muy bien no solo con un simple jarabe de azúcar, sino también con jugo de naranja o limón, vino, licores y vinagre.
Cualquier fruta blanda, como plátanos, mangos o papayas, debe agregarse al final. Las hojas de albahaca o menta, la ralladura de naranja o limón y el anís estrellado también agregarán un poco de chispa.