El secreto aquí no está en los condimentos (aunque el estragón y la crema agria lo hacen bastante maravilloso), sino en la textura del pollo, descrito como “lujoso” por la chef Barbara Tropp en su libro de cocina “China Moon”. Ella incorporó métodos y sabores chinos a su cocina, incluido este método infalible para escalfar pechugas de pollo sin cocinar demasiado. Hace una ensalada de pollo que es perfecta para sándwiches (especialmente en panes oscuros de centeno o de masa fermentada) o en un plato forrado con lechuga con rábanos en rodajas, tomates, galletas saladas, uvas o todo lo anterior.

Las pechugas de pollo que se usan aquí deben tener hueso, pero puedes quitarles la piel si lo prefieres. La piel y los huesos le dan sabor al líquido de cocción, proporcionando una bonificación de varias pintas de caldo de pollo.