En pleno verano, encender el horno debe considerarse fuera de los límites, pero aún necesitamos el postre. Para eso, está la tarta de queso sin hornear, que tiene toda la riqueza de la versión horneada sin hornear nada. Aquí, las galletas Biscoff agregan un poco de especia, que combina a la perfección con el coco tostado, y cambiamos la crema espesa por una rica y esponjosa crema de coco batida. La cobertura combina bayas cocidas y frescas para una maravillosa variedad de texturas y sabores. Casi cualquier variedad funcionará aquí, así que use lo que se vea mejor. Una combinación de arándanos y moras o frambuesas queda bastante bien.
Asegúrese de planificar con anticipación esta receta. Las latas de leche de coco deben enfriarse al menos durante la noche, al igual que la tarta de queso terminada antes de poder cortarla.
3/4 taza/60 gramos de coco rallado sin azúcar
1 3/4 tazas/236 gramos de migas de galleta Biscoff finamente trituradas (o 1 3/4 tazas/236 gramos de migas de galleta Graham y 1 cucharada de azúcar morena), de unas 30 galletas Biscoff o 15 galletas integrales
6 cucharadas/86 gramos de mantequilla sin sal, derretida y enfriada
pizca de sal kosher
2 latas (14 onzas) de leche de coco entera, enfriada en el refrigerador durante la noche (ver nota)
16 onzas/452 gramos de queso crema, ablandado pero aún frío
2/3 taza/133 gramos de azúcar granulada
2 cucharadas de jugo de limón fresco
1/2 cucharadita de ralladura de limón finamente rallada
pizca de sal kosher
3 tazas de arándanos, moras o frambuesas frescas
2 cucharadas de azúcar granulada
1 cucharada de jugo de limón fresco
1/2 cucharadita de ralladura de limón finamente rallada
Chips de coco tostado, al gusto, opcional
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