Este método de preparación de alcachofas es tan sencillo y tan efectivo porque hace una cosa importante: acepta la verdad amarga y espinosa de la alcachofa y no intenta luchar contra ella. En lugar de luchar con la cosa para prepararla para cocinar, tratando de recortar esos pétalos bien cerrados que apuñalan las yemas de los dedos y los dejan cubiertos con una película miserablemente amarga, simplemente deja la alcachofa en paz. Corta la parte superior abovedada, luego deja caer la alcachofa, los tallos y todo, directamente en el agua hirviendo con sal y cocina hasta que estén tiernos. Una vez cocidas y lo suficientemente frías para manipularlas, la alcachofa se pela sin esfuerzo, revelando una pulpa dulce en la base de cada hoja, y su gran corazón tierno está a su disposición.
Sal kosher
4 alcachofas enteras, cada una del tamaño de un puño (8 a 10 onzas)
1 huevo entero, más 2 yemas de huevo
2 dientes de ajo, pelados
2 limones – 1 en jugo, 1 en cuartos
1 1/2 tazas de aceite neutro, como el de girasol
1 a 2 cucharadas de agua fría
Aceite de oliva virgen extra, para rociar
Keywords: alcachofa, huevo, limón, primavera, verano