Aunque los hindúes de casta superior de élite tienden a ser vegetarianos, la mayoría de los indios comen carne y muchos millones de indios musulmanes comen carne de res. Este keema con salsa, que se puede preparar con pollo, cordero, ternera o una combinación de carnes, es una cocina casera sencilla y reconfortante: la carne se estira y se vuelve lujosa en una reducción de tomate especiado. Puede ser una cena con un par de panecillos suaves y brillantes, o un chapati y una cucharada de yogur. Un amigo mío incluso lo mezcla con espaguetis y un chorrito moderado de ketchup. (¡No juzgues!) El secreto de esta versión es tomarte tu tiempo: carameliza bien las cebollas para obtener una base sólida y, una vez que hayas agregado la carne, cocínala a fuego lento con paciencia hasta que la salsa esté oscura y sedosa, y la grasa se ha separado, se ha elevado a la cima y se ha acumulado en cada rincón.
1/4 taza de aceite neutro, como semilla de uva o canola
1 cebolla roja, en rodajas
4 dientes de ajo
1 pieza (2 pulgadas) de jengibre fresco, pelado
1 chile dedo verde (o chile serrano), sin tallo
6 tomates Roma, en cuartos
1 libra de carne molida (preferiblemente al menos 15 por ciento de grasa)
1/2 cucharadita de chile en polvo, como cayena
Sal kosher
1/2 taza de hojas de cilantro fresco y tallos tiernos
1/2 taza de hojas de menta fresca
1/2 cucharadita de garam masala
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