Un verdadero matrimonio por amor, el miso y la mantequilla crean una pasta simple pero profundamente sabrosa que toca todas las notas correctas: dulce, salado y salado. Los dientes de ajo machacados se asan con la calabaza para darle un sabor suave y luego se convierten en tesoros suaves como la seda que descubrirás mientras comes. Terminar el plato con lima elimina la riqueza de la mantequilla, pero también puedes usar limón. Intente usar otras verduras como berenjena, calabaza o zanahorias para hacer suyo este plato.
2 cucharadas de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
2 cucharaditas de miso blanco
3 a 5 dientes de ajo grandes, machacados
2 1/2 libras de calabaza moscada, pelada y cortada en cubos de 1/2 pulgada (ver Consejo)
1 cucharada de aceite de oliva, y más según sea necesario
sal kosher y pimienta negra
1 libra de mezze rigatoni u otra pasta corta
1/2 taza de queso parmesano rallado, y más para servir
1 lima, rallada y en jugo (2 cucharaditas de ralladura, 2 cucharadas de jugo)
1/4 cucharadita de hojuelas de pimiento rojo (opcional)
Keywords: mantequilla, calabaza moscada, miso, pasta, vegetariano