El repollo a la parrilla ideal es ahumado y dulce, con hojas crujientes y un centro que cede al cuchillo y al tenedor. Para hacerlo realidad y asegurarte de que no esté seco, duro o soso, remoja los gajos de repollo en agua y sal mientras la parrilla se calienta. La salmuera húmeda suavizará y sazonará cada parte de la verdura resistente (como en kimchi y chucrut). Una vez que el repollo esté escurrido y sobre la llama de la parrilla, el agua atrapada en las grietas vaporizará las hojas internas, mientras que las superficies del repollo quedarán crujientes y doradas. Una mantequilla ahumada y cítrica se derrite en los gajos, agregando riqueza y lujo, pero un aderezo cremoso o un salsa brillante también sería genial.
1 repollo verde, rojo o col rizada mediana (alrededor de 2 libras)
Sal kosher (como Diamond Crystal)
1/4 taza de mantequilla sin sal, ablandada
1 cucharadita de ralladura de lima finamente rallada (de 1 lima)
1 diente de ajo pequeño, finamente rallado
1/2 cucharadita de pimentón ahumado
Salsa picante o hojuelas de pimiento rojo, al gusto
Aceite de oliva, según sea necesario
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